viernes, 21 de agosto de 2020

Croquiseros Urbanos - Salida especial Basta de mutilar árboles - 5 de septiembre 2020

 SALIDA COMPLEMENTARIA 1: BASTA DE MUTILAR LOS ÁRBOLES

Cuando uno mira los árboles, muchas veces, piensa en su belleza, en su color, en su altura o su sombra, pero, tal vez, no nos detenemos a pensar en su incomparable función. Sin embargo, no solo son los organismos vivos más grandes y de más larga vida, sino que, su función es inigualable.

Nos proveen del oxígeno, limpiando el aire que respiramos; absorben el CO2, removiendo y almacenando el carbono y liberando oxígeno al aire, contribuyendo a evitar el calentamiento global. Cada árbol absorbe, diariamente, la contaminación equivalente a 100 autos; refrescan la ciudad, dando sombra e interrumpiendo las islas de calor, liberando vapor de agua al aire a través de sus hojas; proporcionan hogar y alimento a muchas especies de animales e insectos; retienen el agua de lluvia, permitiendo que filtre bajo tierra, previniendo sequias e inundaciones; hacen de aislante, evitando el desgaste y la erosión de nuestro suelo; y, por supuesto, disminuyen la contaminación visual y sonora. Brindan un maravilloso espectáculo a nuestros ojos y muchísimas cosas más.

Pero ¿a quién le debemos los árboles de Bs. As?, porque, en sus comienzos, Bs. As. era una ciudad sin árboles en las calles. Solo naranjos y limoneros, plantados en el fondo de algunas propiedades, con fines aromáticos, y algunos durazneros, con fines comerciales. Recién en la época de los virreyes, alrededor de 1780, se pensó en un espacio público arbolado. Así nació la alameda (a un costado del fuerte) que se extendía junto al río, hacia Retiro, hoy la Av. Leandro Alem.

Uno de los primeros interesados en generar espacios públicos con árboles, fue Rosas, que plantó naranjos desde Palermo hasta River y, cada mañana, unos 500 inmigrantes españoles limpiaban desde la primera hasta la última naranja que daban. Luego fue Sarmiento, quien, en 1874, inauguró el Parque 3 de febrero. Finalmente, Torcuato de Alvear, a partir de 1883, fue el que más se preocupó por el embellecimiento de la ciudad y la generación de espacios verdes, intentando copiar modelos europeos. Es así que llegó al país Carlos Thays, proveniente de Francia y creador de los principales parques y plazas de Paris. Pero aquí, no solo consiguió trabajo, sino también esposa, con quien recorrió el país en busca de especies autóctonas que llevaron, principalmente, al Jardín Botánico, su gran ilusión. Allí las plantaron y cuidaron.

A él le debemos la Buenos Aires arbolada. De unos 2000 árboles que había en la ciudad, pasó a tener 100.000. Se lo considera el “padre de los colores porteños”, porque se ocupó de elegir los diferentes momentos de la floración y lograr una sinfonía primaveral. Lapachos en septiembre, que tiñen todo de rosa; octubre para el ceibo, con flores rojas, nuestra flor nacional; noviembre para el jacarandá, con sus flores violáceas que, con el viento, alfombran las calles; en diciembre llegan las tipas, (los árboles, se entiende, ¿no?), con sus flores amarillas y, finalmente, el palo borracho, con sus flores rosadas. Pero, no nos olvidemos del plátano, árbol odiado por las alergias que produce, pero que, con su imponente tamaño y la extensión de sus hojas, aporta sombras a la ciudad y su follaje, soporta el polvo atmosférico y el hollín. Y también tenemos algunos gigantes como los gomeros, (el más viejo está en Recoleta), el ombú (Palermo, Parque Lezama, Rivadavia y otros) y las magnolias (en Plaza San Martín), que los encontramos en tamaños alucinantes.

Pero no todo son flores, ya que, cuando comienza la poda que realiza el gobierno de la ciudad, muchos vecinos se enojan. Si bien el objetivo es mejorar la salud de los ejemplares, impedir que tapen la luz nocturna, reducir la caída de ramas por tormentas y vientos, y evitar que tapen la señalética, muchos opinan que los están dañando. Dicen que provoca la baja de sus defensas y la pérdida de expectativa de vida, que quedan vulnerables a las plagas, que pierden su follaje y quedan más expuestos al viento, por lo que es más probable que se caigan. Es así como el grupo “Basta de mutilar nuestros árboles”, unidos por el amor a los árboles, se dedica a monitorear y denunciar los maltratos que ellos sufren en nuestra Ciudad. Y así lo han hecho desde el año 2012, cuidando y protegiendo el patrimonio arbóreo de Buenos Aires.

Lamentablemente, hoy, en cuarentena, muchos no podemos decir que nos sentaremos abajo de ningún árbol a dibujar, ya que lo haremos en forma virtual, pero, podemos honrar a estos seres que tanto nos cuidan, con nuestros dibujos, ya que están siempre presentes en ellos, los acompañan o los enmarcan.

                                                                                                                   Arq. Sandra Machado



        ADHEMAR RIOJA






ALEJANDRO PÉREZ




ALEX SAHORES




ANA MARÍA CARRIÓ



ANA MARÍA LA PLAZA



ANA SLONINSKY




ARACELI CENTURIÓN




A.Z. ÁLVAREZ ROJAS



CARLOS FORD



CARLOS MARINO




CARLOS SÁENZ



CHUNI TORRASSA





CLARA GONZÁLEZ BOLOGNESI




CLAUDIA FUEYO




COCO RASDOLSKY





CRISTINA MONMANY





DELIA CORDONE DE PARERA





DIEGO ESCARRÁ





DORA RUD






EDITH MADARANO





EDUARDO LISERRA



ELENA COSTA






ELEONORA DORREGO





ELISA LAFERRIERE





GABRIELA TERZANO




GUILLERMO DI RENZO




HERNÁN REYES




HORACIO NONI





IRINA FALLIK





JAIME RAÚL LEVI ABADI






JOSÉ A. CHUZA LEDESMA







LAURA VACS






LILY SLUTZKY





LUIS MARCELLINI




MAGDALENA EGGERS






MALVINA FERNÁNDEZ





MANUEL DOMÍNGUEZ






MARÍA CATALINA ALBERTO






MARÍA INÉS SALAS





MARÍA ISABEL ROMERO






MARIANA NYE





MARIANO MANIKIS





MARTA PRIGOSHIN





MARTHA DACOSTA





MIRTA PRESTIA



MOIRA GONZÁLEZ








MÓNICA CLAUDIA CURA





MÓNICA MULLER





MÓNICA SALVATORI






OSCAR HERNÁNDEZ






OSCAR PADREVECCHI





PATRICIA ZAPALLA







ROBERTO FRANGELLA






RUBÉN CIPOLLA





SANDRA MACHADO






SANDRA MASSAZZA






SANDRO BORGHINI







SILVIA ÁLVAREZ BELLO







SILVIA GRILLO






SONIA PESAJOVICH



SUSANA OVIEDO





VICTORIA BRAUNSTEIN